Todas las miradas estaban puestas en Iker. Y Casillas cumplió con creces. Sin errores, el meta blanco volvió por sus fueros, sacó dos manos de las suyas y zanjó por el momento el debate de la portería. Leer
Todas las miradas estaban puestas en Iker. Y Casillas cumplió con creces. Sin errores, el meta blanco volvió por sus fueros, sacó dos manos de las suyas y zanjó por el momento el debate de la portería. Leer