Una soleada mañana de junio de 2000, Cristiano Ronaldo entró en el Hospital de Coraçao, en Carnaxide…».El crack portugués, que entonces tenía 15 años, estaba asustado: no por la intervención quirúrgica en sí (una ablación con catéter para corregir una arritmia cardíaca), sino por la posibilidad de que se derrumbasen todos sus sueños. Leer