Algo ha cambiado en este Real Madrid de Pablo Laso, que sigue siendo el mismo equipo alegre y descarado, pero con las revoluciones mucho más sosegadas. Juega al tran tran, midiendo los esfuerzos como si la herida del final de la temporada pasada siguiera escociendo y guiara el camino hacia la Final Four de Madrid del próximo mes de mayo. El espíritu es igual, pero es Laso el que ha variado el rumbo completamente. Nada de rotaciones fijas o cinco titulares. En lo que llevamos de campaña, todos los jugadores han salido alguna vez de inicio y los minutos se han repartido mucho más que el año ante…