La derrota en la final del Mundial de clubes aún escuece a los jugadores de San Lorenzo de Almagro, que critican el compadreo entre el árbitro y los jugadores del Real Madrid, y el excesivo mimo con el que el guatemalteco Walter López trató a los blancos.El primero en abria la veda fue Néstor Ortigoza, nada más aterrizar en Buenos Aires: «El árbitro se reía con ellos. En todo momento sentíamos que pitaban contra nosotros. Encima que son buenos, si el árbitro les echa una mano…». Ortigoza no solo se quejó del árbitro. También vio una mano negra en la organización: «Parecía que fuimos a jugar …