El 31 de diciembre, antes de la cena, el cerebro repasa el año, los momentos buenos, los malos, las luces y las sombras para llegar a una conclusión, de satisfacción o no, y a un propósito para el calendario que empieza. Cuando Cristiano, esa tarde, tenga un momento para pensar, verá en su anuario mental el que probablemente haya sido el mejor de su carrera. Leer