Iker no faltó a su cita con la Champions y volvió a dejar su puerta a cero. El Bernabéu se volcó con él, sobre todo cuando sacó un mano a mano a Reus en un remate a bocajarro. La jugada estaba anulada, pero la grada coreó el nombre de Casillas, consciente de que había aparecido cuando más falta hacía. Leer