El pasado 29 de marzo fue un punto de inflexión en la temporada de Álvaro Morata. Esa noche, el delantero marcó un golazo ante el Rayo y acabó con la ansiedad que le estaba arruinando cada aparición con el equipo. Desde entonces, cada balón que toca es gol y vuelve a convertirse en un revulsivo más que a tener en cuenta para Carlo Ancelotti, sobre todo ahora que Cristiano Ronaldo y Jesé están lesionados. Leer