Y no es un tema de romanticismo, es de necesidad. El Real Madrid no puede permitirse perder a Casillas, ni Iker debería salir pitando del Real Madrid. Es una leyenda viva, en activo, con mucho que aportar aún al fútbol, al club, al juego, al vestuario y a los miles y miles de hombres, mujeres y niños que lo siguen, admiran y respetan. Leer