Cristiano llegó tarde al Mundial. Lastrado físicamente, apenas fue capaz de guiar a Portugal a un triunfo insuficiente ante Ghana en un partido en el que los africanos estuvieron mucho más cerca que sus oponentes del pase a octavos. Pero les penalizó la fragilidad de su defensa, que regaló dos goles que tampoco sirvieron para aliviar a los lusos, virtualmente privados de su mejor hombre durante todo el torneo. Leer