Sergio Ramos comprobó la dureza de su compañero Pepe cuando se trata de hacerse con un balón dividido. Ambos defensas del Real Madrid salieron al cruce para evitar un ataque del Granada. El portugués le clavó los tacos en la barriga sin querer, en una acción que por lo aparatoso recordó a aquella patada del holandés de Jong a Xabi Alonso en el Mundial de Sudáfrica. Leer