El Real Madrid devuelve la visita al Atlético con la siguiente alineación: Casillas en la puerta, Sergio Ramos, Albiol, Carvalho y Arbeloa en la defensa; Khedira, Xabi Alonso y Marcelo en el centro; Özil y Cristiano Ronaldo en punta.
El partido comienza con un desconcierto bastante importante en ambas plantillas, los cambios en la alineación está produciendo un juego totalmente inoperante y bastante tontorrón. Ni el Atlético ataca ni el Madrid tampoco, se pelean los balones en el centro del campo sin ninguna gracia y el juego adolece de la emoción del gol.
El mayor peligro de los rojiblancos ha sido en el minuto 10, que Casillas sale con un balón para despejar y el rebote en un delantero atlético podría haber ocasionado algún peligro, pero ni esto.
El Madrid sigue trenzando, sin mucha ilusión ni ambición, pero a pesar de ello en el minuto 22 Sergio Ramos se escapa por la derecha y mete un centro al área pequeña donde aparece CR7 para tocar suavemente a la red atlética. Es el 0 – 1.
A partir de este momento el Madrid empieza a jugar a verlas venir y a pensar cuantos goles le puede meter al Mallorca y realiza alguna jugada, pero sin gran interés.
El Atlético, mal en defensa, aunque hace lo que puede por tapar agujeros y en ataque sin el Kun no es nadie, o sea el partido está claramente decantado, a uno le sobra y a otros no pueden hacer nada por lo que les falta. Veremos que pasa en la segunda parte pero esto de momento está muy claro. La primera parte termina con un detalle de calidad de Cristiano en el que realiza un pase al hueco de espaldas, dejando con un taconazo a di María en una gran ocasión para marcar, pero falla el argentino.
Empieza el segundo tiempo con un Atlético más animado, pero no le dura absolutamente nada el arreón. El Madrid, que no tiene nada que alcanzar, no hace otra cosa que contemporizar con un juego blando y tonto que no resulta nada rentable.
En el minuto 16 se produce un claro penalti por empujón de Valera a Marcelo cuando iba a rematar que el árbitro ignora como está prescrito en su reglamento.
Mourinho, que está muy tranquilo porque la afición no se ha metido con el, ya que el ambiente del partido no está dando para más, decide realizar unos cambios para ejercitar a suplentes. Así, en el minuto 23, Granero sale por Di María, que ha acusado su cansancio a lo largo del partido y que debía haberse quedado en el banquillo; en el 29 Kaká sale por Özil y en el 37 Gago por Khedira al que ha lesionado un pisotón del contrincante.
Y así transcurre la segunda parte con un atlético sin nada a pesar de todo lo que habían pregonado y un Madrid pensando en la Liga y sin querer hacer nada más.
La afición atlética, quizás los extremistas, intentan desquitarse con cánticos contra el Madrid y su entrenador y otros canticos que sería de mal gusto reseñar como ya hicieron en el Bernabéu interrumpiendo el minuto de silencio por Juanito Navarro. Cada uno hace lo que puede.
Partido para olvidar, los blancos se lo han tomado como entrenamiento de miércoles y los rojiblancos han demostrado lo poquito que tienen.