Arbeloa hizo el domingo unas interesantes declaraciones en las que afirmaba que los cinco puntos de diferencia con el Barça no eran inquietantes, porque realmente faltaban 60 puntos por jugar, un Madrid / Barça en el Bernabéu y una segunda vuelta más fácil para el Real Madrid, donde recibe a todos los grandes en casa. Pero luego añadía: lo que no podemos hacer es seguir cometiendo equivocaciones y perdiendo partidos.
Esto último es la clave de la situación del Madrid. Si parece que Pellegrini había cogido aire y pensaba… Si parecía que los jugadores estaban más conjuntados y rendían mejor.. ¿Qué nos pasa?.
Perder dos partidos como los últimos contra equipos a los que no se puede perdonar, no entra en el guión para ganar una Liga. Y es que hacemos bonitas jugadas, metemos bastantes goles, pero somos incapaces de mantener una línea de juego y perdemos los papeles ante equipos que su línea de juego es correr, correr y correr. El Madrid en estas situaciones tiene que poner encima del terreno de juego su clase para templar, mandar y ganar y no jugar como en el patio de colegio.
Indudablemente esta es una tarea de centro del campo, donde Kaká no alcanza, ni de mucho, su mejor forma a pesar de haber superado su pubalgia de 7 meses y en donde se aprecia que los otros jugadores sin un lider visible se ponen rápidamente nerviosos y en vez de tranquilizar el juego lo aceleran a ritmo contrario y pierden.
Es fundamental que Xabi Alonso, uno de los mejores fichajes que hemos hecho, juegue solo sin molestias alrededor, porque, a veces, Lass le entorpece. A este jugador, que tan bueno nos ha salido, hay que recordarle que su juego es el de cazador de balones, pero una vez con el balón en el poder sus atribuciones se acaban y debe pasarlo inmediatamente a Xabi para que lo juegue en largo o a Guti, o a Kaká para que estos con su clase puedan meter pases entrelíneas a los delanteros que supongan ocasiones claras de gol.
El otro día en San Mamés, donde el Bilbao puso a todos sus jugadores por delante del portero, no había forma de penetrar por ningún hueco hasta que Gutí salió y empezó a encontrar caminos.
En estos casos hay que jugar con mucha tranquilidad y confianza pero con una tranquilidad rápida, moviendo el balón a toda velocidad y los delanteros desmarcándose continuamente hasta que les llegue un balón en buenas condiciones. Ejemplo claro de esto es la jugada de Kaká que terminó con tiro de Benzema al palo derecho de la portería del Athletic.
En estos partidos tan cerrados es imprescindible ensanchar el campo y vemos partido tras partido que jugamos con medio Arbeloa, defiende bien, quita el balón y le lanzan en profundidad y llega pero cuando se dispone a centrar todos los centros desde la línea de gol, tienen que pararse e intentar buscar la pierna derecha con lo cual todo lo conseguido para un pase de la muerte se convierte en nada.
Pellegrini parece que sigue sin entender el juego del Madrid porque van pasando los días y seguimos sin estilo de juego. Nos van salvando las acometidas de CR9 y los goles de Higuaín y ya es hora de que se plantee establecer un sistema o que Valdano coja los mandos.