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Real Madrid 1 – 0 Sevilla

Mourinho ante las bajas de Marcelo y Xabi Alonso alinea a Casillas, Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Arbeloa, Khedira, Lass Diarrá, Di María, Özil, Cristiano Ronaldo y Benzema en punta.

Lo primero que hay que decir, y no es la primera vez, y no va a ser la última, y más después de ver el partido en el Camp Nou con un Undiano vestido claramente de azulgrana, es la vergonzosa actitud de los árbitros frente al Madrid, porque no es uno sino la inmensa mayoría. Ya en el minuto 1 Sergio Ramo sufrió más que una patada una agresión, se pitó la falta pero sin amarilla siquiera y esto es una cosa que como no se tomen medidas puede terminar con el abandono del Madrid.

En esta primera parte otra cosa a destacar es la cantidad de fueras de juegos inexistente pitados al equipo blanco en jugadas de peligro, cuando hay otros equipos que viven en continuo fuera de juego y les valen los goles.

El Real Madrid ha acusado sensiblemente la baja de Xabi Alonso que realmente es el que organiza el juego en el Madrid ahora, porque Lass puede ser una buena compañía para cortar y luchar pero no puede sustituir al de Tolosa.

No obstante, el Madrid a dominado toda la primera parte, aunque con alguna incursión de peligro del Sevilla.

En el minuto 4 una falta a Benzema que tira CR7 y termina en un rechace peligroso, pero no se puede aprovechar por pitarse fuera de juego.

En el minuto 12 Khedira, en una gran jugada, lleva el balón hasta la portería sevillista pero no pasa a Di María y se pierde una oportunidad.

Un minuto después, jugada vibrante de Benzema pero el pase final a CR7 se le queda corto y es interceptado por un defensa.

En el minuto 21 una alevosa zancadilla por detrás a Khedira por la que el árbitro pita falta pero, por enésima vez, la deja sin tarjeta.

En el minuto 27 extraordinario tiro desde la frontal del área de Di María que Palop en buena parada la lanza a corner.

Con esta tónica de juego se llega al final del primer tiempo.

El segundo tiempo va a tener como nota más sobresaliente la actuación del árbitro. El Real Madrid ha conseguido la victoria a pesar del arbitraje, que no es que haya cometido errores sino que lo que ha sucedido en el segundo tiempo ha sido a propósito y escandalosamente vergonzoso, no solo para el árbitro sino para más gente, que por vergüenza torera deberían dimitir de sus puestos.

En el minuto 3 se produce un buen pase de Di María, pero no hay mucho entendimiento entre los jugadores.

En el minuto 6 falta a CR7. La tira el mismo bien tirada, pero la atrapa Palop.

Mourinho realiza un doble cambio de Benzema y Khedira por Pedro León y Granero, que mejoran el juego blanco.

En el minuto 17 otra jugada indignante. Expulsión de Carvalho en un limpió salto con Negredo que simula que le ha matado y el árbitro no pierde la oportunidad, cuando ha sido un salto limpio en pugna por el balón sin falta alguna. El capitán, Casillas, acude a pedir explicaciones y el árbitro le recibe con una tarjeta amarilla en la mano. Este solo pasa en un campo donde no hay ningún peligro como es en el del Real Madrid.

En el minuto 31 se produce una fabulosa jugada de Özil, que acaba en un tiro de CR7, que es parado con la mano por Zokora y es la tercera mano consecutiva en el área sevillista que el árbitro no pita. El rechace lo recoge Di María pegado a la raya de gol; allí acude Palop a tapar el hueco pero el argentino le regatea dos veces y sin apenas ángulo de tiro introduce el balón en las mallas. Es el 1 – 0 y delirio en las gradas ante la justicia del gol contra las injusticias arbitrales que estaban sucediendo.

A continuación se produce una jugada en la que Pedro León entra en el área abrazado por un defensa sevillista al que arrastra en un clarísimo penalti que tampoco lo ve el árbitro, ni por supuesto el canallesco final de la jugada que cuando va a recibir el balón Pedro León es agarrado por la cintura y tirado al suelo.

El Madrid no ha realizado un buen partido porque estas actuaciones arbitrales desconciertan a los jugadores, si sumamos los fuera de juego inexistentes, los penaltis no señalados, las tarjetas amarillas prácticamente para todos y el consentimiento de las provocaciones sevillanas como Palop dando cabezazos a Di María, mientras un defensa le daba collejas por detrás, es muy difícil concentrarse en el fútbol.

A esto hay que unir, en lo deportivo, que la ausencia de Xabi Alonso hoy por hoy no tiene posibilidad de sustitución y el juego pierde su ritmo.

Finalmente no acabamos de entender como es posible organizar una alteración de orden público como la de hoy sin que nadie tome medidas correctoras y felicitarnos por el amor que ha cogido al club Di María que se ha matado en el partido.

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