Desde ya mismo, y hasta el 14 de Junio, vamos a vivir los madridistas una vorágine de nombres, esquemas y planteamientos que bien podría valer para hacer 5 o 6 equipos. Como cuando se produce una tormenta perfecta, este año, se han dado todos los factores necesarios para una revolución. Me explico, al golpe emocional de perder las posibilidades de la liga, en el Bernabéu, y contra el eterno rival se suma las jornadas de elecciones y una gran campaña en contra de los veteranos del equipo, Guti y Raúl, que hace que todo el madridismo esté especialmente sensible con cualquiera que nombre un gran jugador actual.
Iniesta es un gran jugador, pero es el mismo jugador que cayó goleado junto a Messi y compañía el año pasado, después de que nos hicieran el paseillo, por un contundente 4-1.
A Kaká le falta sólo llorar para decir que no vendrá al Real Madrid y, cualquier movimiento de Cristiano Ronaldo es interpretado como un gesto inequívoco de querer venir al Madrid. La verdad es que entiendo que estén cansados los jugadores que aparecen todos los días como futuribles en la nueva plantilla del Madrid, y no es bueno vivir de sueños.
Por eso, hemos decidido crear una nueva sección de «fichajes» donde podremos ver los nombres que han aparecido, están apareciendo y aparecerán. En la presentación oficial de la candidatura de Florentino Pérez a la presidencia del club, el jueves 14 de Mayo a las 11:30 a.m. y en el Ritz, seguro que nos adelanta algún nombre mas para la lista. Y seguro que habrá que tenerlo en cuenta.
No quiero decir que no se tiene que tener en cuenta a Eduardo García por ejemplo, que ya nos indicó que tendría a Drogba, el delantero del Chelsea, sino que no tenemos que dar importancia a muchos nombres que aparecen y que pueden hacer menospreciar lo que tenemos. Arjen Robben quiere quedarse y hoy lo ha declarado públicamente.
Los jugadores son personas que, como es lógico, sufren y padecen la actual situación y que tienen todo el derecho del mundo de velar por sus intereses. Sería complicado que volviera a suceder un caso Robinho, pero por favor, no nos tiremos piedras contra nuestro propio tejado ni dejemos que lo hagan