La alineación ha sido: Casillas, Arbeloa, Carvalho, Sergio Ramos, Marcelo, Lass, Xabi Alonso, Di María, Canales, Cristiano y en punta Higuaín.
Este equipo ha sido el resultado de todas las pruebas y más pruebas que Mou ha hecho en la pretemporada. Y la verdad es que el portugués ha conseguido hacer un bloque con una defensa muy seria y un centro del campo con Lass y Alonso donde si este construye juego, el francés corta y tapa agujeros de los laterales cuando estos suben el centro de ataque con Di María por la derecha y CR7 por la izquierda, girando alrededor de Canales que reparte el juego y asiste a Higuaín en punta.
Con este esquema de juego el Real Madrid ha sido dueño y señor de la primera parte, controlando el balón y haciendo peligrosas jugadas de ataque en las que el Pipita ha tenido dos clarísimas oportunidades de marcar y en otra ha sido objeto de una falta en el mismo borde del área cuando ya se iba solo.
Hemos vuelto a ver la táctica del año anterior para la defensa de CR7, las quejas de Mourinho la semana pasada pidiendo la justicia futbolística para Cristiano ha vuelto a surgir, cualquier oportunidad en que el luso pueda escapar es automáticamente cortada en falta por una patada del defensa que le lleva al suelo y si protesta es abucheado por la grada por quejarse. ¿Algún día se podrá dejar ver jugar a CR7?
Cierto es también que el resto de compañeros también les han dado lo suyo y sin embargo por una pequeña falta de Xabi Alonso, le han adjudicado automáticamente una tarjeta amarilla.
En este primer tiempo el Madrid ha realizado un buen juego y sólo se le puede pedir un poco más de acierto en el remate en el segundo tiempo, tanto es así que el Mallorca se ha ido muy contento a los vestuarios con el empate.
La tónica de juego del segundo tiempo sigue igual pero con un dominio más acentuado del equipo blanco. Su defecto sigue siendo la falta de profundidad. Para ello Mou, en el minuto 13, cambia a Di María y Canales por Benzema y Ozil. Si este último le da más profundidad con sus buenos pases Benzema sigue sin ver puerta y sin hacer nada. Hubiera sido más peligroso dejar a Di Maria.
El Mallorca, que tiene un equipo bastante compacto, daba alguna muestra de peligro, pero dejando siempre muy claro que su ilusión es el empate.
El Real Madrid por el contrario sigue apretando y sin conformarse con un punto. Pipita sigue desaprovechando oportunidades y hasta CR7, en una jugada con pase de Ozil en profundidad, regatea al portero para terminar tirándola fuera.
En el minuto 24 Khedira sale en sustitución de Arbeloa, cuyo puesto lo cubre Lass al objeto de dar más fuerza al centro del campo. Pero seguimos en las mismas, el Madrid funciona como un reloj en cuestión de equipo pero arriba nadie es capaz de meter un gol que haga justicia de todas las ocasiones de que se dispone.
La situación es justo la contraria de la temporada pasada, donde sin jugar apenas el equipo, un destello de calidad arriba proporcionaba la victoria. Mou tiene que buscar esa precisión en el ataque porque además de jugar tan bien como hoy hay que marcar.