En una húmeda noche y con 30 grados de temperatura sale al campo del Rico Pérez de Alicante el joven Adán en la portería, Lass Diarra, Arbeloa, Juanan y Marcelo en la línea defensiva, Gago, Khedira, Canales, Özil, Di María y en punta Higuaín.
En el debut con la camiseta del Madrid de Mesut Özil se vieron algunos detalles de su juego, aunque el protagonista de la noche fue Karim Benzemá con sus dos goles. Mou sigue probando cosas (hizo 9 cambios: Dudek, Benzema, Drenthe, Carvalho, Granero, Van der Vaart, Mateos, Juanfran y Joselu) y parece que está despertando al francés. Hay gente que cree que, hasta que no lo vean en partido de competición, no lo creerán.
El partido en sí tampoco fue gran cosa; un recién ascendido Hércules rendía tributo a los jugadores que lograron el ascenso (Tote y Portillo entre ellos, por supuesto) y el Madrid con Mou siguiendo con su análisis de la plantilla. El gol del Hércules llegó en una jugada a balón parado; balón de saque de falta que se cuelga al área, el defensa madridista que no cubre bien y propicia una peinada con la cabeza de Sendoa que hace que Adán, que se quedó a media salida, no pueda hacer nada por detener el balón que le había botado 4 metros delante. Es el gol tonto del verano.
La remontada del Madrid llegó en la segunda parte, cuando salió Benzema y Granero por encima del resto. Los dos goles de Benzema hacen creer en la habilidad de Mou en recuperar jugadores perdidos, todo se verá. Granero hizo un buen partido, con pases de gol incluidos. Di Maria hizo su gol, por velocidad y en línea con los defensores, y Pedro León recibió una tarjeta roja merecida al revolverse desde el suelo clavando los tacos por detrás a un jugador herculano, dicha acción sorprendió mucho porque Pedro no suele caer en esos errores.
En resumen seguimos invictos con Mou, que sigue buscando y valorando los valores que tiene en la plantilla, a la espera de recibir al Peñarol en el trofeo del Santiago Bernabéu, último partido antes del inicio oficial de la temporada contra el Mallorca en liga.