Con el partido que disputamos hoy a las 5 de la tarde contra el Osasuna en el Santiago Bernabéu se cierra la etapa de José Mourinho como entrenador del Real Madrid C.F.
Los medios, en una incesante y orquestada campaña, han podido, una vez mas, influir en nuestro Club quitando al entrenador. Nadie esconde que el motivo de su marcha es debido a la tensión provocada por dichas presiones.
Los que creen que los medios no han influido en su marcha o bien rechazan directamente tal manipulación o bien argumentan que es merecida, que fue Mou el que se la buscó. En ambos casos se falta a la verdad.
Si los medios quieren información y no se les facilita o, peor aún, cuando algo o alguien va en contra de la información que ellos facilitan (convocatorias, estrategias, alineaciones, etc) lo que nadie hoy en día rechaza es que se está metiendo en problemas. Esta presión y pérdida de competividad por tener que claudicar y dar información sería menos duro si, al menos, fuera una Ley no escrita que tuviera que aplicarse todos los Clubes. Pero parece ser que es nuestro Club el que tiene la cláusula de aplicación de esta Ley mas extrema del mundo.
El escribiente de este artículo es un defensor a ultranza de Mourinho, porque se ha esforzado por lograr que nuestro Club esté donde le corresponde, en lo mas alto. Porque no se ha achicado a las presiones y nos ha enseñado lo que tiene que ser un verdadero Club competitivo.
La campaña en los medios nos ha pasado factura, es cierto que se ha creado división y sería absurdo no reconocerlo. Sin embargo, con el paso del tiempo, ese grupo de gente viendo un cambio de actitud y, por encima de todo, de competividad cambiarán de opinión y propondrán que José Mourinho vuelva al Real Madrid. Y, cuando vuelva, los medios no volverán a ganar.