Se esfumó el sueño de la Supercopa cuando apenas quedaban 3 minutos para el final de los 90 minutos, con empate a 2 en el marcador y con el FC Barcelona perdiendo tiempo. El FC Barcelona gana el trofeo con una superioridad de 5 goles a favor por 4 del Real Madrid que, quien no haya visto los dos partidos, le hará creer que han sido claramente superiores.
Lo cierto es que en ambos partidos el Real Madrid ha mostrado una imagen mucho mejor que la del FC Barcelona, pero sin la efectividad de estos. Los tiros a puerta y las ocasiones de gol que se tuvieron y se perdonaron siempre se pagan en el fútbol, y hoy no ha sido excepción.
Nuestros goles vinieron de Cristiano y Benzema, ambos desde dentro del área pequeña, y con la combinación de varios jugadores mientras que los goles del FC Barcelona vinieron dos de Messi y el tercero de Iniesta a pase de Messi. Es obvio que Messi es el 90% de este FC Barcelona.
En definitiva las intenciones y ganas las pusimos nosotros, con robos constantes y buen manejo del balón pero, como ya dijimos antes, nos faltó remate. El cabezazo de Sergio Ramos que se fue fuera, el tiro de Cristiano que desvió Valdés y se fue al larguero, etcétera. Tuvimos de todos los colores y no se consiguieron marcar.
La tangana final por la entrada de Marcelo a Cesc, de tarjeta roja, hizo que no quedase tiempo ni para el típico cuelgue del balón al área rival, en el último ataque. Expulsaron por roja a Marcelo, Özil y Villa, pero pegaron hasta a Mourinho. Pinto, como no, apareció en escena para robar segundos. Bochornosa imagen final.