El partido de ida de la Supercopa nos dejó un resultado injusto; empate a dos goles. El fútbol y las ocasiones las puso el Madrid, con un juego ofensivo y un dominio claro del esférico, pero se perdonó arriba. De hecho nuestros goles vinieron por Özil, a pase de Benzema, y Xabi, a pase de Pepe.
El tándem Özil / Xabi funcionó a las mil maravillas y con el apoyo de Khedira se hicieron con el centro del campo. Controlar el centro es, como en el ajedrez, tener media partida ganada. Oficialmente ya podemos decir que este Madrid a conseguido sumar, a la consistencia defensiva de la pasada temporada, el control del centro del campo con un rival como el FCB. El fichaje anunciado hoy por el FCB de Cesc, por 39 millones de euros, no es una casualidad; Guardiola le ha debido dejar muy claro a Rossell que, sin mejorar el centro, no podrán ganar a este Madrid.
Que duda cabe que estamos en pretemporada, que Cristiano lanzó a las nubes una falta de las que mete siempre o que Benzema no marcó de milagro. Pero el dato objetivo es que en fútbol estamos por delante y que, en apenas unos días, el miércoles 17, volveremos a jugar contra ellos.
El cambio que hizo Mourinho de Khedira por Callejón dejó muy clara la declaración de intenciones; con la superioridad del centro nos fuimos a por la portería del FCB, pero la pelota no quiso entrar. Ellos tuvieron mucha suerte metiendo las dos que tuvieron, pero no tendrán tanta suerte en el partido de vuelta, seguro.
Y Alves seguirá retorciéndose del dolor por el césped, con unos tacos imaginarios que se le clavan siempre en el mismo sitio, y los culés seguirán indignándose de la dureza y agresividad extrema con la que juega el Madrid ante el beneplácito del árbitro, la UEFA, el Gobierno y la fundación de Qatar. A estas alturas de película nadie espera que puedan ver otra cosa, sólo esperamos que no nos saquen mas rojas directas por agresiones imaginarias los que tienen por profesión valorar, de forma ecuánime, los lances del partido.
El próximo miércoles este Madrid puede y debe ganar en el Camp Nou, ha demostrado que está por encima y, con algo de suerte, la victoria será incontestable.